Marcos 8:14-21
Estamos en lo que se llama "la cuesta de Enero". Muchas de nuestras preocupaciones en la vida, la mayoría de nuestro esfuerzos, ansiedades y pruebas son para procurarnos nuestro sustento y para ahorrar. Pero necesitamos estar tranquilos y saber que nuestro sustento está asegurado, para poder preocuparnos de las cosas que verdaderamente importan, que son las relaciones con los demás, el amor, la fe, la esperanza, el ánimo y la misericordia.
Estamos en lo que se llama "la cuesta de Enero". Muchas de nuestras preocupaciones en la vida, la mayoría de nuestro esfuerzos, ansiedades y pruebas son para procurarnos nuestro sustento y para ahorrar. Pero necesitamos estar tranquilos y saber que nuestro sustento está asegurado, para poder preocuparnos de las cosas que verdaderamente importan, que son las relaciones con los demás, el amor, la fe, la esperanza, el ánimo y la misericordia.
Un
texto de la Biblia que nos habla claramente de esto es Lucas 12:22-30: “22Dijo luego a
sus discípulos: «Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué
comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. 23La vida es más que la
comida, y el cuerpo más que el vestido. 24Considerad los cuervos,
que ni siembran ni siegan; que ni tienen despensa ni granero, y Dios los
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 25¿Y quién de
vosotros podrá, con angustiarse, añadir a su estatura un codo? 26Pues
si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os agustiáis por lo demás? 27»Considerad
los lirios, cómo crecen: no trabajan ni hilan, pero os digo que ni aun Salomón
con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28Y si así viste
Dios la hierba que hoy está en el campo y mañana es echada al horno, ¿cuánto
más a vosotros, hombres de poca fe? 29Vosotros, pues, no os
preocupéis por lo que habéis de comer ni por lo que habéis de beber, ni estéis
en ansiosa inquietud, 30porque todas estas cosas buscan las gentes
del mundo, pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de ellas”.
Dios
sabe que tenemos necesidad de estas cosas. Mucha gente se esfuerza en
conseguirse el pan y más que el pan. Pero nosotros sabemos que en todo, también
en el pan, dependemos de Dios, y nos dice claramente que nos va a sustentar, y
que no nos va a faltar para comer ni para vestir, por lo que no hay que estar
preocupado por lo que pueda pasar.
Ya
sé que es muy fácil decir esto. Lo dificil es pasar por un momento en que
andamos justos de dinero y no nos llega para lo que nos gustaría. A algunos hay
que decir que no os preocupeis, que estéis tranquilos, que el sustento nunca os
va a faltary que aquí nadie se va a morir de hambre ni nada parecido. Lo que sí
es cierto es que hay que saber administrarse, no tirar el dinero en cosas
innecesarias, sino emplearlo en las cosas que agradan a Dios para nuestro
sustento y el de los demás. A otras personas no hay que deciros que no os
preocupeis, sino que “si os preocupáis es porque queréis, porque motivo no
hay”. Sería mejor no preocuparse, pero uno a veces esconde en esa preocupación
otro problema interior de la persona, y hasta que no se quiera dar cuenta,
nadie le va a convencer de lo contrario. Asi que oro para que el Señor te de
luz y te des cuenta de algunas cosas que no están bien dentro de ti mismo, para
que estés en paz contigo mismo y en paz con Dios. Entonces se curarán los
problemas con los demás.
No
estamos aquí hoy para preocuparnos de la levadura de los fariseos como dice en
la primera parte del texto. Simplemente dejamos claro que pedir hechos
milagrosos a Dios como si fuera una atracción de circo, tal como hacían los
fariseos o Herodes, no tiene sentido. Nos vamos a preocupar más bien de que
entendamos la provisión de Dios, que es eterna y oportuna. Dios cumple sus
promesas.
En Marcos 8:17, Jesús se da cuenta de que los discípulos se están
preocupando por el pan, porque se les había olvidado cogerlo. Por lo último que
se preocupa Jesús es por su propia comida. Sabeis que la Biblia dice: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda Palabra que sale de la boca de Dios”. Así que la Palabra de Dios es
también imprescindible para que el hombre viva.
Justamente
Jesús les está hablando de la Palabra de Dios. Les está diciendo a los
discípulos que no vanalicen con el poder de Dios como hacían los fariseos, que
pidan milagros solo cuando son necesarios. Y ellos se siguen preocupando por la
hora de la comida. Recuerda que ocuparte de cosas inútiles, impide que te
ocupes de las cosas importantes que es justamente la Palabra de Dios. Por eso
hay que deshacerse de estas preocupaciones materiales.
Jesús
ya les había demostrado que Dios puede proveer de todo lo necesario y aún más.
Te voy a hacer una pregunta: ¿Para quién piensas que fue el pan que sobró cuando
Jesús alimentó a los cinco mil? ¿Para los pobres? No. Los pobres y todos los
que escuchaban ya habían comido… Te voy a dar una pista. ¿Cuántas cestas
sobraron? Doce ¿Cuántos discípulos eran? Doce. Los que más se beneficiaron del
milagro fueron los propios discípulos, y eso Jesús se lo pone de ejemplo de que
no hay que preocuparse por ello porque el pan está asegurado.
Si haces memoria podrás ver en tu propia vida que Jesús ha hecho lo mismo en alguna ocasión de tu vida. Si haces memoria, y dejas de pensar sólo en los disgustos, podrás comprobar cómo Dios te ha sostenido en algún momento de la vida y puede que tú ni siquiera te hayas dado cuenta.
Dios
nos muestra su amor constantemente en las cosas del día a día y nosotros se lo
atribuímos a otras cosas como a la casualidad, a la bondad de otras personas, o
a lo que sea, y Dios se queda allí arriba en el cielo, cruzado de brazos y con
un palmo de narices, cuando tú ni te enteras de que él y sólo él lo ha hecho
posible. Espero que empieces ahora mismo en tu corazón a darle gracias a Dios por
todas las ocasiones en que te ha sacado de un embrollo y tú ni siquiera te has
dado cuenta.
Creo
que a nosotros nos pasa lo mismo que a los discípulos. Nos falta la fe. A pesar de las veces que
Dios nos ha demostrado su provisión, aún seguimos con el miedo escénico de
quedarnos sin nada. Nuestra fe, nuesta confianza, nuestro ánimo, las tres
cosas, son tan escasas que parece que queramos que las cosas salgan mal en
nuestra vida para cobrar el seguro. Ya sabeis que hay gente que simula
desgracias para cobrar el seguro. Pero
aunque es cierto que nosotros estamos asegurados por la sangre de Cristo, no
debemos cultivar ese escepticismos pesimista y cínico que arrasa con el amor y
las relaciones verdaderas entre los hermanos. Nuestra esperanza, nuestra fe
está puesta en el Ser más poderoso que pueda haber, en el que controla todas
las cosas y sabe de nuestras necesidades con antelación. Nuestra fe no está
puesta en cosas inseguras como el dinero, el hombre, la suerte. Nuestra fe está
puesta en el único que controla todas las cosas, y así debemos tener nuestra
actitud, de que las cosas que pasan, pasan porque el Señor lo permite y tiene
un objetivo bueno para que pasemos por tal y cual cosa. Pero tenemos que estar
confiados de que nada nos va a faltar.
Creo
que Dios nos sigue diciendo: “? ¿No
entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? 18¿Teniendo
ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿No recordáis?”. Jesús se ha
apoderado de nuestra vida y no nos va a soltar. No hay motivo para estar
preocupados por el qué comeremos o qué beberemos. Dios ya sabe que tenemos
necesidad de esto y provee de la solución con antelación aunque nosotros no lo
sepamos, para que nuestra fe sea puesta a prueba para ver si es verdadera.
Todos
nostros luchamos por nuestra fe. Todos tenemos que hacer el ejercicio de
modular nuestra actitud, orar y pedir al Señor que nos aumente la fe. Que por
encima del pan, lo importante es toda Palabra que sale de la boca de Dios. Y
que eso es lo que nos va a dar la vida. Nos dará la salvación en este tiempo y
ahora.
LA EXTENSIÓN DEL REINO DE DIOS
Eso
es lo que tenemos que hacer nosotros: EXTENDER
EL REINO DE DIOS. Eso es lo que nos debe caracterizar, en eso debemos pasar
las horas, por eso podemos perder el sueño, en eso tenemos que gastar nuestro
dinero, en extender el amor, la fe, la esperanza, el ánimo, eso es lo que Dios
quiere de nosotros y ese el motivo por el que hemos nacido, para el cual hemos
sido creados, para extender el Reino de Dios. Su voluntad se va a cumplir de
todas formas y si hablasemos las piedras hablarían, pero yo quiero que las
piedas sigan calladas en su sitio, porque yo quiero hablar a los demás la
Palabra del Señor. ¿qué quieres hacer tú? ¿quieres que las piedras sigan
calladas? El Señor va a cumplir su voluntad de una forma o de otra, su
evangelio va a ser predicado de todas formas y todos tendrán la oportunidad de
escuchar, la cuestión es si tú quieres tener el privilegio de hacerlo o tendrán
que ser las piedras. Dios te ha elegido a ti, por eso estás aquí. Sin duda Dios
quiere que seamos cada uno de nosotros con nuestras debilidades los que
extendamos el Reino de Dios con todos nuestras fuerzas y nuestros recuros.
Dios
nos llama aser útiles para su reino y extender su Palabra ¿qué vas a hacer tú?
Dios nos está llamando a cumplir su Palabra y a seguirle sin dudarlo ¿qué vas a
hacer tú? Tenemos por delante la misión de extender el Reino en nuestra ciudad
y aún nos preocupamos por si la paella está fría. ¿No habrá cosas más
importantes que si la paella está fría? Alégrate de que puedes comer paella y
en otros sitios no pueden. No caigas en las vanalidades de este mundo y dejes a
un lado lo que verdaderamente importa a Dios. Que nos preocupemos de cumplir su
Palabra.
Oración: Padre te agradecemos tu Palabra que nos da vida. Te pedimos que nos des
la fe y ordenes nuestras prioridades para recibir tu Palabra como primera
prioridad en nuestra vida y comprendamos tu provisión segura para todos
nosotros. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
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