
La gente suele aceptar el mensaje de
Dios, pero sólo en algunos aspectos de su vida, en otros no. Donde es mas
difícil que funcione nuestro compromiso con Dios, es en nuestra vida intima, ya que es ahí donde tenemos nuestros compromisos mas fuertes. Mucha gente no esta
dispuesta a entregarle a Dios su vida, por sus compromisos íntimos con el
mundo.
Me refiero, por ejemplo, a la forma de gastar el dinero, la forma de pensar, la
forma en que somos conocidos por nuestros vecinos,... Eso es algo muy difícil
de cambiar, porque afecta a nuestra intimidad. Son compromisos no escritos con
el mundo que afectan a nuestro compromiso con Dios. Pero son incompatibles.
Para una persona que lo ha perdido todo en la vida, que no tiene
compromisos con el mundo, no es tan difícil entregarse a Dios. Pero la gente
con posición social no quiere comprometerse con Dios, porque tiene
demasiados compromisos con el mundo, que supuestamente le benefician.
Por eso
Jesus le dijo al joven rico: "vende
todo lo que tienes y dalo a los pobres", porque su compromiso con sus
posesiones era demasiado grande, e interrumpía su compromiso con Dios. El no
estuvo dispuesto a romper su compromiso con sus riquezas, porque su corazón
estaba con ellas.
¿Cuáles
son tus compromisos con el mundo? La Biblia dice que no hay ningún
compromiso con el mundo, que deba anteponerse al compromiso con Dios, ni
siquiera unos hijos, un esposo, una esposa, una casa, unas posesiones, una
ciudad, un país, unas ideas,... Nada se debe anteponer al compromiso con Dios.
Así
que, tu compromiso con Dios nunca va a funcionar si no rompes tus compromisos
con el mundo.
Ahora
bien, si el compromiso con el mundo no rompe tu compromiso con Dios, puedes
seguir con ese compromiso.
El apóstol Pablo dice: si alguno tiene una mujer que no es creyente y ella consiente, que
no se separe. Si, por ejemplo, el trabajo que tienes obstaculiza tu compromiso con Dios,
debes dejarlo. Si tu oficio es robar, tienes que dejarlo. Pero si tienes un trabajo
que no interrumpe tu relación con Dios, sigue con él. Trabajar es bueno.
Un
compromiso con el mundo que sea mas importante que sea con tu compromiso con
Dios, es un ídolo. Recuerda
el primer y segundo mandamiento: "no tendrás dioses ajenos delante de mí,
no te harás imagen de ellos, no los adorarás", o sea, no antepongas esos
compro osos con el mundo, a tu compromiso con Dios.
Muy buena palabra, me gusto mucho y mas porq actualmente nos envolvemos mucho en los compromisos del mundo.
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